No hay nada como ver la puesta de sol, encender tu propia hoguera y contemplar las estrellas en una isla apartada con tus seres queridos. Con el sonido relajante del océano arrullándote al dormir, te sentirás más conectado con la naturaleza —y entre vosotros— que nunca. Nuestra casa de playa privada, equipada con aseo y ducha, ofrece comodidad y refugio. ¡Nuestro equipo se encargará de tus comidas y bebidas!